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viernes, 23 de octubre de 2020

 

UNA CAUSA JUSTA

"Esta en nuestra mano construir un mundo en el que la mayoría nos levantemos todas las mañanas inspirados, nos sintamos seguros en el trabajo y volvamos a casa sintiéndonos realizados al final de la jornada"



En un mundo extraño, aunque parezca extraño, no puedes predecir el futuro, pero sí que puedes planificar lo que vas a hacer para que, quien quiera comprar o vender una casa en tu comunidad, lo haga contigo.

Todo empieza antes.

El autor del libro de La clave (Simon Sinek). Ha escrito un nuevo libro El juego infinito, parece un libro muy adecuado para los inmobiliarios que ven nuestro oficio como un juego infinito, como una larga carrera de fondo apasionante.

En los juegos infinitos hay vaivenes constantes e imprescindibles, subidas y bajadas, por que la economía siempre va abajo y arriba. Y hasta en cualquier momento puede aparecer un virus, una pandemia, una COVID (ahora19).

Sin embargo si tienes una Causa justa (expresión que utiliza el escritor); es decir, una visión concreta de un estado futuro que todavía no existe, jugarás a los juegos infinitos. Los juegos finitos son los que empiezan y terminan. Un partido de fútbol una venta de una propiedad. Sin embargo, "Una Causa justa trata del futuro, va más allá. Define a dónde vamos. Describe el mundo en el que esperamos vivir y que nos comprometemos a ayudar a construir, para dejar un legado. Como dice Sinek, "Una Causa justa trata de algo que aún no se ha construido. Podemos trabajar incansablemente para construirlo como queramos y hacer mejoras constantes sobre la marcha. Nuestra Causa justa es la visión ideal de la casa que esperamos construir. Podemos trabajar toda una vida para construirla y aún no la habremos acabado. Sin embargo, los resultados de nuestro trabajo nos ayudan a dar forma a la casa. Cuando pasa de nuestra imaginación a la realidad, inspira a más personas para que se unan a la Causa y continúen el trabajo... para siempre".

Nuestra Causa Justa es intentar ayudar a muchas familias, amigos, vecinos y empresas en una de las decisiones más importantes para su vida económica (y hasta para su felicidad) como es comprar o vender una casa en nuestro barrio. Y, al mismo tiempo, centrarnos en las personas y no centrarnos en los ladrillos. Representar a nuestros compradores y vendedores por igual, involucrándolos en una transacción y a seguir dando valor añadido a nuestros clientes, amigos y vecinos.